Los evangélicos piden un alto al fuego inmediato en Tierra Santa y una acción urgente hacia una paz justa

Nosotros, las alianzas y organizaciones evangélicas abajo firmantes, en oración y profunda meditación sobre el actual conflicto y crisis en Tierra Santa resolvemos lo siguiente.

Creemos en un Dios de amor y misericordia tal como se revela en las Escrituras y en su Hijo Jesucristo.

Afirmamos nuestro compromiso con la dignidad de todo ser humano y nuestro compromiso con el derecho internacional humanitario como afirmación de la Imago Dei en todo ser humano.

Nosotros, como Cuerpo de Cristo, estamos llamados a hacer la paz. Y recordamos que la llamada de Jesús a hacer la paz llegó en un momento de conflicto, violencia y profunda división en Tierra Santa

Reconocemos que nuestro conocimiento y comprensión de Tierra Santa y Oriente Medio es incompleto. Reconocemos la complejidad de la situación geopolítica, los agravios históricos y las múltiples perspectivas de los grupos humanos. Reconocemos que no conocemos el plan completo de Dios para Israel y Palestina. Nos comprometemos a escuchar y aprender de las iglesias y los pueblos de la región.

Pedimos humildemente a Dios que nos guíe mientras oramos por Oriente Medio, para que no nos insensibilicemos como Jonás y nos desconectemos de los planes de Dios de reconciliar a todos los pueblos con Él.

Nuestra fe y las décadas de conflicto en Tierra Santa nos informan de que, si no se garantiza la justicia, la igualdad y el florecimiento de todos en Tierra Santa, ningún grupo étnico logrará su seguridad.

No consideramos que el actual resurgimiento de la violencia esté aislado de las décadas de conflicto y guerra entre los pueblos israelí y palestino. Este conflicto ha negado a muchos su dignidad humana. Lamentamos esta situación.

Sabemos que esta situación en Tierra Santa ha dado lugar a ciclos de violencia, y que la paz solo podrá alcanzarse cuando se rompan los ciclos de violencia.

Creemos que la Iglesia a la que pertenecemos tiene la responsabilidad de contribuir a romper estos ciclos de violencia ayudando a las personas a liberarse de su deseo de venganza, y de trabajar por el florecimiento de todas las personas en Tierra Santa y en Oriente Medio.

Por tanto, lloramos y lamentamos la trágica pérdida de vidas que se sigue produciendo en Tierra Santa.

Nos indignamos de nuestra propia incapacidad para apoyar el establecimiento de una paz justa en Tierra Santa.

Lamentamos la ausencia de esfuerzos pacificadores durante décadas en medio de continuos conflictos que han hecho imposible la solución de los dos Estados y han extinguido el rayo de esperanza de los Acuerdos de Oslo.

Por ello, pedimos la desescalada y el cese de las hostilidades entre Israel y las diferentes formaciones y partidarios palestinos, incluido Hamás.

Condenamos los ataques contra civiles perpetrados por Hamás. Los actos de agresión de Hamás y la mayor matanza de civiles judíos en un solo día desde el Holocausto.

Observamos que Israel, en su persecución de Hamás, ha causado más muertes de civiles en Palestina. Condenamos estas nuevas muertes de civiles palestinos.

Denunciamos el incumplimiento por parte de la comunidad internacional de su obligación de proteger a los civiles y de garantizar el respeto del derecho internacional humanitario, que sigue a la negligencia de su deber de perseguir una paz justa, global y duradera en Oriente Medio.

Pedimos a Hamás que libere inmediatamente a todos los rehenes.

Condenamos toda narrativa que deshumanice a grupos étnicos o religiosos, y condenamos todas las formas de racismo y antisemitismo.

Además, instamos a todos los cristianos y personas de fe a rezar por el fin inmediato de la guerra.

Instamos a todos los cristianos y creyentes a rezar por la seguridad y la liberación de todos los rehenes.

Hacemos un llamamiento a la Iglesia y a las personas de fe para que aumenten e intensifiquen el establecimiento de una paz justa en la región que promueva la justicia reparadora en la región, y para que lo hagan demostrando empatía y humildad.

Por último, hay muchas crisis y conflictos en el mundo, como en Sudán, Azerbaiyán-Armenia, Yemen, Ucrania-Rusia y Myanmar. Llamamos a la Iglesia a rezar por el fin de la guerra, por la paz, la justicia, la sanación y la reconciliación en todos estos conflictos.

Amén.

Entre las alianzas y organizaciones firmantes están:

Middle East and North Africa Evangelical Alliance
Asia Evangelical Alliance
Evangelical Churches Fellowship of Ethiopia
Jordan Evangelical Council
Evangelical Fellowship of India
Association of the Iraqi National Evangelical Churches
Evangelical Alliance of Kenya
Evangelical Churches Alliance Qatar
Evangelical Alliance of South Africa
National Christian Evangelical Alliance of Sri Lanka
National Churches Fellowship of Nepal
Protestant Church of Algeria
Council of the Evangelical Churches in Iraqi Kurdistan Region
Evangelical Fellowship of Egypt
Evangelical Alliance of Arabic speakers in Europe
Caleb Institute, India

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